Me has regalado la luna, que ironía, aunque no te culpo, nunca viviste aquellas épocas, además he pasado tanto tiempo ocultándome entre la gente que juraría que ya no me reconozco.
Mi arco y mi flecha se han gastado, ya no cazo con la misma fuerza y las flechas no hieren tan profundo, pero no todo ha ido decreciendo, mi método ha mejorado, el arco y la flecha ya no son tan necesarios, ahora cazo con palabras y escritos, cazo animales y también humanos, y como en aquellos tiempos aun se sufre con inclemencia el no determinarme, solo que ahora no lo tomo tan a pecho. En algo he cambiado...
Durante algún tiempo me entregue a la luna y desde allá observaba todo, pero la cacería me hacía falta y Apolo no dejaba de alardear sobre sus trofeos, por eso decidí volver, encarnar una figura humana, siempre mujer.
Híbrido la cacería con otras artes y encontré un dulce placer en herir con las palabras, las sensaciones son diferentes, una flecha te hace gritar pero solo es un momento, mas las palabras, las perfectamente dichas, llegan y se quedan y puedes ver cargar a tu víctima con ellas mucho tiempo; algo que nunca hicieron mis flechas.
Pero Artemisa ya poco se usa, tan poco que al igual que mi ser casi lo olvido, y resulta increíble creer como mi nombre me ha hecho inmortal.
Mit Liebe Diana
Für dir: Razient
Somnusnjord